Las altas capacidades, una cuestión de
grado.
El
potencial intelectual humano no es digital; es analógico. Cada persona aprende
y se desarrolla a su propio ritmo. Los niños no son una excepción.
Algunos tienen más facilidad para el aprendizaje, pero no hay un momento
crítico en el que a partir de ahí su cerebro haga ¡clic! y se convierta en una
máquina de rendimiento perfecto. Tanto el potencial como la respuesta
conductual son graduales, y eso lleva a pensar que la mejor forma de atender a
los alumnos que tienen habilidades por encima de la media es también de forma
gradual. La intensidad de la atención será proporcional al nivel de potencial.
De ahí
que una de las estrategias más adecuadas para atender a los alumnos con
habilidades o capacidades por encima de la media sea ajustar diversas variables
que ayudan a atenderlos en su diversidad. Veamos un ejemplo.
Comienza
el curso. Como tutor de un grupo de 3º de educación primaria me dispongo a
impartir la primera hora de matemáticas. Normalmente la primera sesión la
empleo para sondear el nivel que mis alumnos tienen después del largo período
de vacaciones. Una evaluación previa, pero que en esta ocasión va a tener un
punto de diferencia. Antes de comenzar la prueba de repaso, permito que los
alumnos que quieran realicen una prueba voluntaria, pero no de lo que recuerden
del curso pasado: va a ser del primer trimestre del presente año, sobre el
manejo de números de 3 y 4 cifras, con las operaciones básicas de suma, resta y
multiplicación. Todos los años siempre hay dos alumnos que se prestan
voluntarios… y la pasan con holgura, con calificaciones de 7 o superior. Este
año, de 18 alumnos, hay 3 que se han prestado a llevarla a cabo. Los tres han
superado ese notable mínimo. Uno de ellos ha realizado todas las operaciones
correctamente, y sólo ha fallado un alumno en el problema más complicado. Buen
inicio. Mientras se realizaba la prueba voluntaria, el resto de alumnos tenían
una sesión de cálculo mental con un juego de mesa que simula una carrera de
motos.
Al día
siguiente, la clase comienza el tema 1 de matemáticas. Echamos mano de
ejercicios de cálculo con sumas y restas con llevadas y multiplicaciones con
números de dos cifras como repaso, y pasamos a realizar los ejercicios del
cuadernillo de una conocida editorial…. excepto nuestros tres alumnos
avanzados. Ellos van a acudir al rincón de matemáticas de la clase, y
seleccionarán las actividades de la primera carpeta. En ellas se van a
encontrar operaciones con cifras ocultas, acertijos con sumas de letras, en las
que deben averiguar qué cifra corresponde a cada letra, aritmogramas, y
unidades de currículo diferenciado sobre grandes números, y su utilidad en la
vida real.
Cuando
la clase llegue en la próxima semana a resolver problemas, nuestros tres alumnos
se saltarán los problemas más sencillos y uno de ellos comenzará con los
de dificultad media. Según su rapidez de ejecución y aprendizaje, es muy
probable que no tenga que realizar todos los ejercicios de este tipo de
dificultad y pase rápidamente junto con los otros dos alumnos, a realizar
los problemas de mayor dificultad. Y según su respuesta a estos ejercicios, se
incluirán números más grandes.
Para
los supercalculadores que consigan ahorrar más tiempo, y sean aficionados a
otras temáticas, les esperan en el rincón de matemáticas otra carpeta de
diferente color con unidades de enriquecimiento que mezclan la historia de
antiguas civilizaciones con los diferentes sistemas de numeración, los números
y la criptografía, y acertijos aritméticos de mayor complejidad.
¿Qué
pasaría si alguno de nuestros tres alumnos más capaces devoran con inusitada
rapidez estas actividades, y pueden dar más de sí? En otra carpeta dispondrán
de actividades aritméticas en las que van a tener que trabajar con operaciones
con divisiones por una y varias cifras, sopas de números, acertijos con
divisiones, juegos de cálculo mental con divisiones, juegos de mesa, divisiones
con cifras ocultas, aritmogramas con divisiones y operaciones en las que se
conocen las cifras pero hay que encontrar cuál de las cuatro operaciones
básicas se han llevado a cabo.
Todas
estas actividades, por supuesto, ya están preparadas en sus fundas, dentro de
las carpetas, antes de que comience el curso. El trabajo de preparación fué
labioroso al principio, pero como docente tuve la gran idea de aprovechar el
trabajo de varios alumnos avanzados para ayudarme a preparar el rincón de
matemáticas de la clase. Un legado que esos alumnos dejaron con agrado para sus
futuros compañeros. Porque los alumnos más capaces pueden llegar a ser los
grandes aliados del maestro en su clase.
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